Mientras navegas por Internet, dejas una serie de rastros compuestos por cookies, cache e historial. Son pistas que pueden seguidas para obtener información sensible acerca de tus hábitos de navegación. Estos rastros se sitúan en dos lugares: tu ordenador y las páginas web que visitas.
Hasta hace un tiempo, aquellas personas preocupadas por su privacidad o que utilizan ordenadores compartidos con frecuencia (en hoteles, lugares de trabajo, centros educativos, etcétera), debían borrar el historial y las cookies manualmente, lo cual es incómodo, además de fácil de olvidar.
Afortunadamente gracias a la navegación privada, eso ya no es un problema.
¿Qué es la navegación privada?
La navegación privada es un método por el cual el navegador funciona del modo más discreto posible, sin almacenar información alguna sobre las páginas que se han visitado. Si bien sus inicios datan de 2005, apareciendo en Safari para Mac OSX, su verdadero boom lo experimentó tras ser incluido en Internet Explorer 8. Hoy en día, casi todos los navegadores incluyen esta característica.
¿Qué hace la navegación privada?
Si bien cada navegador realiza esta función a su manera, en términos generales, el procedimiento es el siguiente:
*Elimina las cookies tras cerrar la sesión
*No se guarda ningún tipo de historial o formularios de auto-completado
*No se guardan las contraseñas
*Se borra la caché automáticamente al salir
De igual modo, es preciso recordar lo que no hace:
*No proporciona conexiones seguras o cifradas
*No oculta tu dirección IP
*No evita que las páginas de Internet almacenen información sobre ti
*No impide que tu navegación sea supervisada por el administrador de la red
*No supone un anonimato total (aplicaciones de terceros como Flash pueden guardar sus propias cookies, etcétera)
Internet Explorer
Utilizar la navegación privada en Internet Explorer 8 y 9 es muy fácil. Puedes activarla con el atajo de teclado
Control + Shift+ P o desde el menú
Seguridad > Exploracion de InPrivate.
Este proceso abrirá una ventana nueva, y fácilmente diferenciable, pues incluye el distintivo "InPrivate" delante de la dirección. En Internet Explorer puedes tener una sesión normal y una sesión privada a la vez, eso sí, en diferentes ventanas.
Firefox
La navegación privada de Firefox no es tan cómoda como la de IE: al abrir una sesión privada, el resto de pestañas o ventanas que tuvieras abiertas, desaparecen. No puedes, por tanto, tener una sesión privada y normal a la vez. De hecho, si activas la navegación privada mientras tienes un correo a medio escribir en otra pestaña, lo más seguro es que lo pierdas. Una forma no oficial de evitar esto es mediante el uso de la extensión Private Browsing Window, aunque aún está en fase experimental.
El método para acceder a esta función es prácticamente idéntico al de Internet Explorer: atajo de teclado
Control + Shift + P o menú
Herramientas > Iniciar Navegación Privada. Una vez hayas terminado, si quieres recuperar las pestañas que tenías abiertas antes, utiliza el menú
Herramientas > Detener Navegación Privada. Opera
El modo privado de Opera es el más cómodo de todos: puedes combinar pestañas normales y privadas en una misma ventana. Por defecto no tiene ningún atajo de teclado, pero a cambio dispones del menú contextual de la barra de pestañas, donde debes elegir Pestaña Privada Nueva. Para evitar confusiones, las pestañas en modo privado disponen de un icono distinto que las diferencia de las normales.
Safari
Si bien el navegador de la manzana fue el primero en introducir esta función (en Mac), su implementación deja bastante que desear. La navegación privada se activa y desactiva desde el menú, pero influirá sobre todas las pestañas y ventanas de Safari que tengas abiertas, sin excepción alguna.
Chrome
En Chrome han sido algo más originales, y han cambiado la palabra "privacidad" por "navegar de incógnito", incluyendo un misterioso hombre con gabardina. El atajo de teclado es
Control + Mayúsculas + N, que abre una ventana nueva. Para mayor privacidad, todas las extensiones de Chrome son desactivadas
Como ves, los principales navegadores están preparados para la navegación privada, al menos de un modo básico. Si quieres ir un paso más allá, échale un vistazo a
Tor, un verdadero experto en cuanto al anonimato.