Una dirección IP no fue prueba suficiente para procesar a una madre estadounidense acusada de descargar material ilegal desde Internet.
Ante ello, los defensores de las descargas libres recomiendan usar redes WiFi abiertas.
Debbie Foster, de Oklahoma, EEUU, fue demandada por RIAA (asociación de la industria discográfica estadounidense) bajo cargos de haber descargado música ilegalmente desde Internet. Al año siguiente, RIAA demandó a su hija Amanda bajo los mismos cargos.
Hace dos semanas, RIAA retiró los cargos y la demanda, luego de entender que no podría probar que la familia Foster efectivamente había descargado la música ilegal.
La causa es que la organización únicamente tenía la dirección IP de la familia como evidencia. La dirección IP muestra exclusivamente quién alquila la conexión a Internet, pero no quién realmente la está usando.
RIAA entendió que no podría probar en un tribunal que efectivamente fue Foster y su hija que habían descargado la música, aunque la dirección IP normalmente ha sido usada como prueba en casos anteriores.
"Use redes abiertas"
Ciertos círculos, como Techdirt.com, a cuyo juicio la gente tiene derecho a descargar cuanto se le antoje sin importar que se trate de material con derechos reservados, exhortan ahora a ofrecer su conexión WiFi particular a todos quienes deseen utilizarla; es decir, a configurarla como red de acceso público. De esa forma sería mucho más difícil para RIAA determinar si el titular de la dirección IP es realmente el responsable de las descargas.