Dios salve al Rey
¡Barcelona campeón de la Champions! El mejor equipo del mundo le ganó 3-1 al Manchester United en Wembley con otro partidazo de Messi, que metió el segundo gol y dibujó una gran jugada en el tercero. Mascherano también festeja.
Hubo un rato, un ratito, donde el Manchester United amenazó la supremacía del Barsa. Hubo un rato, largo, donde no encontró la pelota por ningún lado. Hubo un rato, tras el empate, de inesperada esperanza. Y hubo otro rato, largo, tan largo como el segundo tiempo, donde el Barcelona redujo al MU a simple partenaire y le dejó claro al mundo que por algo es el mejor equipo del mundo. Barcelona es campeón de la Champions League, por cuarta vez en la historia, por tercera vez en cinco años, y para siempre en la memoria colectiva de un público universal que jamás olvidará tanto fútbol.
El Barsa le puso el broche de oro a una temporada perfecta, porque el lunar de la Copa del Rey, a esta altura, es sólo eso. Después de ese rato inicial, donde MU salió decidido a tomar el control de la pelota y a no dejarle espacios al medio catalán, de a poco Xavi puso las cosas en orden. El maestro de ceremonias tomó la batuta y fue para acá y para allá, apareciendo por sorpresa, mostrándose siempre, lo despertó a Iniesta, le sacudió la modorra a Messi, y con los tres barítonos despiertos, empezó la sinfonía. Se puso 1-0 con una asistencia monumental de Xavi, que dejó cara a cara con el gol a Pedro, y se agrandó tanto uno y se achicó tanto el otro, que ya pensaba en el tercero y el paseo en micro por la rambla con la Orejona en las manos. Pero bastó un descuido, un lateral mal jugada, para que el Manchester acertara dos pases y Giggs (ligeramente en offside) dejara a Rooney con la chance del empate. Ese impacto sacudió al Barsa y le dio una vida extra al equipo inglés. Pero, en rigor, pareció que sólo fue para estirar un rato el suspenso.
Porque todo terminó cuando empezó el segundo tiempo. Tras 20 minutos de jugar en los alrededores del área de Van der Sar, sin poder acertar el tiro de gracia, se enojó Lionel Messi. Y cuando Messi se enoja… El argentino sacó un zurdazo desde afuera del área y la estirada, tardía, del holandés no alcanzó para nada. Como en aquella final de Roma, cuando MU lo sufrió de cabeza, esta vez lo padeció con un tiro de larga distancia. Puede dar fe el equipo inglés que se trata del mejor jugador, y del mejor equipo, de todo el planeta Tierra.
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