Lo Bueno, Lo Malo y Lo Feo del Rojo - Lanus Vuelve la polémica, la observación implacable, el detallismo y la minuciosidad hechos palabra: el topic para saber qué dejó cada partido que juega Independiente. Hoy dotado de alto voltaje emotivo, con situaciones cambiantes, momentos de tensión, poco fútbol y mucha garra, todos ingredientes de una victoria para el recuerdo, por lo sufrida y trabajada. Si fue merecida o no, queda para el análisis general. LO BUENO: La voluntad, solidaridad y sacrificio que mostró el equipo. En una tarde-noche donde al fútbol le costó aparecer o lo hizo de a ratos, fue bueno al menos ver salir a flote la actitud, el coraje y la ayuda mutua de todos los jugadores para llevarse tres puntos valiosos en un panorama que se complicó innecesariamente por el arbitraje.. No sólo para recuperar la autoestima, sino para seguir subiendo en la tabla y mejorar el puntaje para las copas. Pero también porque este Independiente necesita probarse a si mismo que la garra -bien aplicada y no como bandera permanente- es un elemento que puede usar cuando es necesario.
El gol. El balde de agua que apagó el incendio en el peor momento del primer tiempo. La robó Pusineri, pasó enseguida por Fredes, luego Moreno, fue el turno de Sosa que sacó un taco increíble de la galera, Eluchans despachó con mucha sangre fría un centro perfecto, luego el cabezazo impecable del negro. El contragolpe que todos queríamos ver desde hace rato.
Las situaciones creadas. Luego del gol y del penal errado, las situaciones empezaron a aparecer. La increíble jugada que desperdició Pusineri, el cabezazo apenas desviado de Rodríguez que continuó a otro cabezazo cercano, tiros desde fuera del área del Rolfi y Fredes... en este rubro se cumplió, al menos en el primer tiempo. En el segundo, las guapeadas de Sosa, la inteligencia de Pusineri y el empuje de Denis arrimaron peligro también, aunque en mucha menor medida.
La defensa. Algo indecisa en el primer tiempo, sobre todo en el sector izquierdo. Volvieron las desatenciones y la confusión. Pero en el segundo, una pared. Báez con un corazón de acero, Eluchans peleando todas con decisión, Gioda sacando, Rodríguez aguantando, bien plantados todos. Esta es la formación más firme de los dos torneos hasta ahora.
La inteligencia para encarar el segundo tiempo. Cerradas en buena medida las posibilidades ofensivas por la expulsión de Moreno, Independiente eligió plantarse en su campo pero pensando en el arco de enfrente. Hizo lo que mejor pudo controlando bastante bien los desorientados embates de Lanús y repito, arrimó peligro pese a todo a base de la velocidad del Rolfi y el despliegue de Sosa y Fredes.
Herrón. Un obrero del mediocampo, cortó todas y las distribuyó con criterio. Se ganó una amarilla por demasiado entusiasta, pero otra buena tarea. Y eso que tiene una hernia...
Pusineri. Otra vez, sacrificio y vergüenza para correr todas, cortar muchas, tratar de dar una mano. Se perdió un gol increíble, pero sigue en alza.
Rodríguez. Cada vez más seguro y afirmado (¡la gente lo aplaude antes de empezar! algo inédito), tapó todo lo que se dice todo lo que anduvo por su sector en el segundo tiempo y le ganó un durísimo duelo al no menos duro y sucio Fabbiani. Otra gran tarea del yorugua.
Las atajadas de Ustari. El cabezazo-gol de Romero a los 81 fue sin dudas la mejor, aunque hubo un tiro de Fabbiani que contuvo con acierto. No muy bien en los pases, mostró seguridad en los tiros libres y centros, pero lo más importante es que sacó a relucir la chapa de crack apareciendo cuando se lo necesitaba.
El segundo tiempo de Eluchans. En el primero parecía perdido, no paraba ni al 60 y cometía una torpeza tras otra, salvo la entrada en velocidad y el milimétrico centro del gol. En el segundo, no sé si le dieron un electroshock o las neuronas se le conectaron, pero mostró el mejor Elu en mucho tiempo. Rapidez, marca, concentración, garra: que siga así, que este es el jugador que sirve.
La levantada de Fredes. No fue el gran partido, pero mejoró notablemente en relación al partido con Central. Se animó más, luchó mucho en el medio y tuvo varias que olieron a gol, incluso en el segundo tiempo. Tal vez lo suyo pase por la continuidad y la confianza. Veremos veremos...
La confianza que agarró Moreno. Quizás fue el gol que le hizo a Central o el respaldo de compañeros y técnicos o tal vez de la hinchada, pero el negro camina la cancha de otra manera y de a poco se va animando. Tuvo un partido aceptable empañado por su brusquedad innata y la expulsión consiguiente.
Los cambios. Suelo quejarme en este rubro, pero hoy se hicieron los cambios correctos en el momento indicado. Sosa estaba fundido y Denis, a pesar de sus imprecisiones, dio una mano importante. Armenteros hizo una sola pero que pudo haber sido gol. Quizas Calello pudo haber entrado unos minutos antes, pero en general los reemplazos estuvieron bien.
Segundo gol de Moreno en partidos oficiales. Es el actual goleador del equipo en lo que va del torneo, y éste fue el 39ª gol de la era Burruchaga.
Segundo partido seguido ganado. Es la cuarta vez que un equipo de Burruchaga repite esta racha (anteriores: Ap. 2006, Colón y Belgrano; Newell’s y Racing, Arsenal y Quilmes)
Segundo partido seguido sin goles en contra. Fue además el tercero del torneo y el séptimo en el ciclo Burruchaga.
Se mantiene el promedio de gol por partido (1) y bajó el de goles en contra (ahora es 1,33; en la cuarta fecha era de 2)
12ª victoria oficial en la era Burruchaga, con 10 derrotas y sólo 3 empates.
Volver a derrotar a Lanús como locales luego de 5 años. Hubo dos empates y una derrota en el medio. La última victoria habia sido en el apertura 2002, con goles de Silvera y Eluchans.
Se derrotó a un rival directo en la lucha por entrar a las copas. Bonus: 49 partidos ganados en el historial contra Lanús (33 PE y 23 PP)
La hinchada. Todos tomaron conciencia de lo difícil de la parada y fueron un jugador más. Silbaron cada pelota que tocó Lanús en ataque, aplaudieron cada quite y guapeada del equipo y el aliento estuvo presnete en los momentos más bravos, sumando confianza para unos y presión para los otros. Un aplauso general. LO MALO: La falta de consolidación del equipo. Los diez primeros minutos bien, intentando mandar en la cancha. Los veinte que siguieron mal, repitiendo el desorden, la lentitud y la confusión con las cuales se inició el torneo. Los quince finales del primer tiempo bien, creando varias situaciones luego del gol y del penal errado y dominando a un Lanús desorientado que no entendía el vuelco de la situación. Pero la primera media hora mostró mucha tibieza y un retorno a las clásicas fallas de este equipo: todos a destiempo, el Rolfi aislado, pocas ideas en ataque, torpezas en defensa. No sé cuál es el motivo, pero creo que tiene que ver con la fe que se tienen estos muchachos, que al parecer fluctúa. El equipo sigue sin tener madurez. Punto a mejorar.
Las imitaciones ofensivas del segundo tiempo. Era lógico que Independiente se pararía esperando al rival y buscando el contragolpe; si bien esto se hizo con mucha más decisión que Lanús, todo estaba supeditado a un error defensivo o a una jugada individuarl afortunada. En el torneo anterior, se le gano a Banfield con un tipo menos y dominando casi todo el partido a base de fútbol: esta vez faltó eso.
Los titubeos en defensa. Hablo del primer tiempo. Las jugadas previas al gol anulado y a un cabezazo que pego en el palo mostraron jugadores corriendo atrás de los rivales, pases mal dados, dudas de los defensores entre jugarla, pasarla o reventarla... en el segundo se mejoró, pero las grietas en los cimientos no me gustan nada.
Las fallas en la definición. Un punto repetido, lo sé. Pero si Pusineri hubiera embocado esa situación tan clara que tuvo... o si hubiera entrado la del uruguayo... o la que le tapó Bossio a Baez... etc. etc. etc., no se hubiera sufrido tanto, aun con un tipo menos.
El primer tiempo de Eluchans. No agarraba una vaca en una pieza, dudaba con la pelota, la pasaba mal, llegaba demasiado tarde o demasiado temprano, lo superaba cualquiera... la versión que no sirve, que por suerte cambió.
Los pases mal dados por Ustari. Casi siempre pelotas a dividir, casi siempre directo a los pies del rival. Ojo que el gol anulado empezó con un pase bastante mal dado. Punto a mejorar II.
La expulsión de Moreno. En los cuatro cotejos que actuó sumó tres amonestaciones y una expulsión. Es decir, no es casualidad. Se veía venir, la primera amarilla estuvo bien y la segunda no, especialmente luego de no amonestar a Archubi unos minutos antes. Pero aparentemente tocó de atrás a Ledesma y se tuvo que ir. Lo cierto es que Moreno es bastante bestiún para encarar e ir al choque y está cosechando lo que siembra. Ojalá la expulsion le sirva para que reflexione en este punto, porque en cuanto a futbol viene subiendo.
Las amarillas. Sólo una, la de Herrón. Y pudo haber sido expulsado los 29 del ST por una patada a Aguirre. Fue una sola pero siempre hay alguna....
El penal cometido en un momento clave. Pasaron 24 fechas para que nos volvieran a cobrar un penal en contra (Fuertes, en el 4-1 vs. Colón); en la cancha pareció que fue, en casi todos los diarios (salvo Clarín) aseguran que no fue. Pero en todo caso, dejar venir a los rivales de esa manera y verse obligados a pararlos como sea no es saludable. Hay que aprender a manejar la situación.
Que los triunfos puedan tapar el hecho de que aún no se está jugando bien. Estamos todos contentos porque la vez pasada se ganó jugando al fútbol y esta con garra, porque se ganó dos veces seguidas, porque el equipo se ve más seguro y todo lo que quieran, pero a no equivocarse: todavía le falta, y bastante. El verdadero "partido bisagra" del cual habló Burru se verá en esta semana, contra San Lorenzo y de visitante. Y sin Moreno que venia de racha... ahi veremos para qué estamos realmente y si esta levantada no es ficticia.
LO FEO: Furchi. "Independiente sacó la mitad de los puntos en partidos dirigidos por Furchi: 5 ganados, 3 empatados, 4 perdidos", dicen en el Olé. No es para pensar en una mano negra,pero sí para considerar a Furchi un árbitro deficiente. Según parece volvió a la carrera desde Colombia donde estuvo arbitrando y no tuvo tiempo para descansar, ¿pero no es mejor que alguien lo reemplace en tal caso? Perjudicó a los dos equipos. Le dejó pasar varias a Fabbiani (codazo a Pusineri, pelotazo a la tribuna devolviendo un lateral), expulsó a Moreno por una pavada y minutos antes no vio lo que hizo Archubi, aparentemente el gol de Lanús fue válido, aparentemente el penal no lo fue, no cobró un claro penal de Romero a Montenegro, compró fouls fingidos por Fabbiani, perdonó a Herrón y también a Fredes, manejó como un demente la ley de la ventaja, ignoró manos de Pelletieri y otros.... Una noche mas negra que su camiseta, fue merecidamente abucheado por las dos hinchadas.
El combo pisotón + plancha + patada que le aplicó Archubi a Báez. No sólo para expulsarlo de la cancha, sino también del país. Vergonzoso.
Fabbiani. Provocador, peleador, buscarroña, pidió amarillas por cada foul que le hicieron, tiró con bronca la pelota a la tribuna al devolver un lateral para el Rojo, le dio un codazo a Pusineri que era para roja, se quejó, protestó y lloró todo el partido... un asco. Mostró futbol con cuentagotas. ¡De la que nos salvamos al no comprarlo!
La hinchada de Lanús. El momento de mayor aliento lo tuvieron en el entretiempo. En fin. Evidentemente, están acostumbrados a alentar a nadie.
Comparar este torneo con el anterior. Teníamos seis puntos más, nueve goles más, estábamos entre los primeros puestos... qué decir.
Los reglamentos actuales. Sacarse la camiseta al festejar un gol y mostrársela a los rivales, vaya y pase: es mala leche. Pero sacársela al final del partido cuando hace calor y nadie da más, o sacársela para festejar con la propia hinchada, eso no lo es. Parece mentira que estén todos más pendientes de si Moreno debió ser amonestado por levantarse la camiseta que por la descalificadora patada de Archubi. Parece mentira que a un equipo le echen cinco jugadores por sacarse la camiseta pero la violencia pase sin problemas. Así nos va, en el fútbol y en la vida.
La esquizofrenia de los medios. Cada vez que un defensor defiende, "eso no es el fútbol de Independiente". Cada vez que el equipo se ve obligado a cuidar la pelota y no arriesgar porque las circustancias no lo aconsejan, "el paladar negro ya fue". Cuando perdemos por ir al frente nos matan, cuando ganamos con garra (que no es lo mismo que salir a defenderse) desautorizan el triunfo... Perdón pero me cansé de leer pavadas.
La maldición que persigue a los que vienen en alza. Armenteros venia jugando mejor y por una amarilla se quedo afuera del partido anterior. Machín venía queriendo y se desgarra. Moreno emboca su segundo gol y lo echan. Herron se está consolidando y le sale una hernia. ¿Estamos lechuceados o qué?