La página de un estadounidense, miembro de esta comunidad virtual, ya posibilitó el hallazgo de dos personas. Este portal fue muy criticado, dado que hubo varios casos de abuso sexual en que violador y víctima se conocieron por ese medio.
Una cuarta parte de los 95 millones de usuarios del sitio MySpace, el sitio más visitado de EE.UU., son menores. Y en ese país se denuncia la desaparición de 3.000 por día. Seguramente del cruce de esas dos cifras surgió la idea de Tim Caya –un estadounidense que vive en Brookings, Dakota del Sur– de emplear ese sitio de Internet como una herramienta para ayudar a resolver el problema. Desde que comenzó con esa tarea hace dos meses dio con dos menores de quienes se desconocía su ubicación.
Caya comenzó con apenas 62 contactos en su página, en la que se presenta con el fin de "limpiar el país del mal que acosa" a los menores. En la actualidad, los acreditados a su espacio personal son más de 18.000, que reciben además un boletín informativo que él edita. El espacio contiene información sobre 52 casos de desaparición de menores que continúan abiertos, y además un enlace con la página de los delincuentes más buscados de Estados Unidos, en la cual se puede conocer el historial delictivo de estos criminales.
"No gano dinero con esto", explicó Caya. "Sólo hay dos razones que me han llevado a tomar esta iniciativa: ayudar a encontrar a los menores desaparecidos y a poner entre rejas a los enfermos que les hacen daño", agregó.
Hasta ahora, MySpace había sido blanco de muchas críticas, sobre todo luego de varios casos de abusos sexuales de menores en que violador y víctima se conocieron a través de ese portal. Las cifras son graves en Estados Unidos: una de cada cinco niñas y uno de cada diez niños recibieron abusos sexuales antes de la mayoría de edad, aunque sólo se denuncia el 35 por ciento ante las autoridades, según datos del Centro Nacional para Niños Desaparecidos (NCMEC).
Pero más allá de esas críticas, ya hay casos como para confiar en el uso positivo de MySpace. La primera persona en hacerlo fue Kristina Helbig, una mujer de 38 años de Cleveland. Su hermana de 15 años había huido de un centro de desintoxicación de Miami, y ella dejó los datos en el sitio. Sólo tres días más tarde, la menor estaba en casa junto a sus padres, tras haber permanecido con un chico y su familia, que aseguraron no saber que se trataba de una joven fugada.
El segundo caso tardó menos: sólo dos días. Era una chica de 17 años de Utah, de la que Caya no sabía siquiera el nombre. Caya contó que, cinco minutos después de enviar el boletín en el que incluyó su foto, "ya tenía su nombre, y dos días después fue encontrada y trasladada junto a su familia".