Tras perder el caso contra una madre de familia demandada por la RIAA, que la acusaba de intercambiar archivos a través de redes de pares, la industria discográfica podría ser humillada pagando una indemnización a la misma.
El pasado noviembre de 2004 la RIAA denunció a Amanda Foster, por descargar música a través de KaZaA, y empleo ilegal de redes P2P, y su madre, Debbie Foster, como responsable de su hija y de sus actividades.
Siguiendo su táctica habitual la industria discográfica estadounisense ofreció a la acusada olvidarse del caso a cambio de pagar una indemnización de 5.000 dólares.
La señora Foster decidió rehusar la oferta y continuar por la vía judicial.
El caso finalmente se resolvió, la RIAA fue incapaz de presentar pruebas sólidas contra la señora Foster.
No obstante el pasado jueves, la EFF y otras tres organizaciones estadounidenses presentaron un escrito ante un tribunal de Oklahoma solicitando al juez indemnizar a la demandada por por los gastos ocasionados por el juicio.
Según ha declarado Jason Schultz, el abogado de la EFF: "La RIAA ha forzado a muchos americanos inocentes a costosos y emocionalmente caros procesos para limpiar sus nombres. Deborah Foster ha luchado valientemente contra unas acusaciones injustas, y ella merece que le reembolsen los honorarios de sus abogados".