Como si de una plaga bíblica se tratase ahora es Canon, después de Dell y Apple, la que anuncia que sus fotocopiadoras pueden incendiarse.
El problema afecta a la friolera de 1.8 millones de fotocopiadoras, de 11 modelos distintos y vendidas en todo el mundo entre los años 1987 y 1997.
El problema parece tener su origen en el cableado de las máquinas que podría derivar en la emisión de humo o incluso en un incendio. Según el anuncio de la propia Canon ya se han producido tres casos de sobrecalentamiento pero en ninguno de ellos ha habido heridos.
Canon se ha comprometido a revisar gratuitamente todas las fotocopiadoras afectadas, lo que estima que le supondrá un coste de 1.7 millones de dólares.