Colón se comió el cuero de sus zapatos

Anunciada Colón de Carvajal Gorosábel es Doctora en Historia, egresada de la Universidad Complutense de Madrid. Dedica sus días a la exploración de la temática colombina, pero no es una especialista cualquiera: es la tátara-tátara nieta del propio Cristóbal Colón, quien un día como hoy, en 1492, agrandó al “viejo mundo” al develar a la humanidad un nuevo continente.

Vive en España donde trabaja e investiga. Y, desde ese país, habló con Infobae.com, y reveló datos de la intimidad del descubridor, de su personalidad y de su familia.

Lo primero que se le preguntó fue acerca de su descendencia. Dijo: “Colón tenía dos hijos, el mayor, Diego, era suyo y de Felipa Moniz, y luego tuvo una amante que se llamaba Beatriz Henriquez, con la que tuvo a Hernando. Hernando nunca se casó. Pero Diego sí, y tuvo 7 hijos. Mi rama desciende del segundo hijo varón de Diego Colón, que también se llamaba Cristóbal”.

“En el árbol genealógico, estoy 14 generaciones más abajo de Colón”, puntualizó.

Con motivo del quinto centenario de la muerte del almirante (1506), en varios medios españoles se realizaron notas a descendientes, en las que Colón de Carvajal Gorosábel fue entrevistada junto a familiares de Pinzón. Se le preguntó, entonces, si había una relación de amistad con otros descendientes de protagonistas de lo que fue el gran descubrimiento de fines de siglo XV.

“A los Pinzón no los conocía, pero sí a (Juan) Romero de Terreros, que es descendiente del único tripulante o marino que viajó con Colón en los cuatro viajes, y que hoy es diplomático y vive en Washington”, comentó.

El apellido

Esta investigadora se dedicó a estudiar a Colón tras de una vida de escuchar hablar de él. “Primero sentí la necesidad de conocer a América y luego, pasé a estudiar a Colón porque la bibliografía existente es dispar, opuesta, y quería tener una opinión propia basada en documentos”, dijo.

Sobre el “peso” del apellido durante la infancia, comentó: “Es algo que tuve reservado pero sí sé que mis sobrinos que a veces dicen en la escuela ‘nos apellidamos Colón’ y que descienden de él, les dicen ‘¿y tú cómo lo sabes?’ y claro, pienso, ¿cómo podrían demostrarlo?”.

Pero, según indicó, “Colón tuvo un gran sentimiento de familia e inclusive, en las cartas a su hijo, en los últimos años de su vida, le dice que se tiene que ocupar de los tíos, de su hermano, porque dice que los apoyos más grandes que ha tenido en su vida fueron de su familia. Los dos hermanos que estuvieron con él en España, Bartolomé y Diego, fueron personas en las que se apoyó. Colon tuvo un fuerte sentimiento familiar. Y, aunque hoy en día tiene un significado simbólico, el título de Almirante que le dieron en las Capitulaciones de 1492, ese título que es honorífico, lo tenía mi padre y ahora mismo, lo tiene mi hermano”.

Según Colón de Carvajal Gorosábel, “Colón nunca tuvo ninguna propiedad que sepamos. No tuvo inmueble, pero lo más valioso para él fueron los documentos y ese ha sido su legado”.

La personalidad del descubridor

“Analicé fuentes que nos han llegado de Colón e intenté lograr su perspectiva personal, sobre todo al final de sus días, que es un poco el resumen de lo que había sido su acción como navegante. Creo que Colón tuvo muy breves momentos de gloria, fundamentalmente dos: el 12 de octubre, el momento apasionante en el que después de ese viaje, llegaron por fin a tierra; y luego, de vuelta del primer viaje cuando es recibido por los Reyes en la primavera del 93”, dijo.

Sin embargo, aseguró que “a través de las fuentes manuscritas que tenemos, reconocemos de sus diarios de navegación, de sus cartas, que Colón tiene una concepción, o visión de lo que fue su misión como navegante y al mismo tiempo, según las capitulaciones que firmó, un poco monopolísticas de la Corona y no cabe duda que eso le trajo conflictos de intereses, con las personas que fueron a América con él y no cabe duda, que tuvo dificultades en el nuevo mundo”:

“Creo que el balance en la vida de Colón, fue que él consideraba al final de sus días, que los resultados no fueron los que él había pensado”, indicó y resaltó que esto se desprende de “cartas que continuamente dirige a su hijo mayor y que demuestran que él está preocupado por asegurar lo que había concertado con los Reyes”.

“El problema de Colón fue la gobernación en La Española, su relación con los pobladores que eran contrarios a su Gobierno. Y eso es lo que causa en definitiva que en el año 1500, sea apresado y mandado con cadenas a España, lo que causa grandes problemas y grandes preocupaciones al almirante, entre 1500 y 1506, momento de su muerte”, puntualizó.

Para la descendiente del descubridor, “Colón es una persona muy difícil de analizar. Tenía una personalidad muy compleja, escribió mucho y debido al impacto del viaje de 1492, tenemos muchas opiniones distintas sobre él. Lo que me ha impactado, por ejemplo, es el cariño que demuestra a sus hijos, las frases de afecto que escribe, y luego, sus sufrimientos, suyos y de los navegantes, las circunstancias en las que viajaban, no tenían qué comer, se comían el cuero de los zapatos. También me impactó el cómo se arriesgaban ante las inclemencias del tiempo sólo por descubrir una geografía que hoy tenemos asumida, pero que para ellos era una incógnita”.

Colón de Carvajal Gorosábel indicó que en breve publicará la historia del nieto primogénito de Colón, Luis Colón, “que la historiografía lo ha llamado ‘oveja negra’ porque tuvo una vida muy complicada, pero creo que este trabajo que he hecho va a aportar soluciones a algunas incógnitas de su vida. Creo que la historia esperó mucho del nieto de Colón, pero murió desterrado por Felipe II en Orán, acusado de bigamia”, dijo.

La historiadora indicó que el nieto de Colón fue injustamente acusado y pese a que la corte lo juzgó favorablemente, Luis nunca conoció la sentencia porque murió antes. “Tuvo una vida muy triste y muy trágica. A veces, es interesante, pero creo que la historia supera a la novela”, opinó.

Y nadie mejor que Colón de Carvajal Gorosábel para decirlo, que se anima a hurgar en los entretelones de sus antepasados familiares, con el rigor que exige toda práctica científica y quizás también con algo del espíritu legado por ese gran descubridor que fue Cristóbal Colón.