A ver, aclaremos.
El único error que se le detectó a Firefox 2 es una respuesta a una página especialmente construida que provoca un fallo.
Pero es necesario aclarar es que ese "fallo" no es tal como se supone. Para cualquiera que usa computadoras la palabra "fallo" indica que el programa en cuestión se "clava" o se "cuelga".
En este caso, la página en cuestión pide ingentes recursos de memoria, Firefox detecta el "absurdo" y se "suicida". Es decir, NO se clava, NO se cuelga. Se mata a sí mismo.
Esta realidad hace que se hable de "fallo" y NO de "vulnerabilidad", pues al "suicidarse" no permite que algún código maligno aproveche el fallo para hacer de las suyas.
Con respecto a las quejas, etc. les aclaro a todos que a nadie se le exige que use Firefox. Lo usa quien quiere.
No existe programa de computación exento de errores. Sólo existen programas con errores NO detectados, que es diferente.
Por otro lado, Firefox es software libre y los usuarios de software libre nos permitimos aceptar la presencia de errores a cambio de tener la libertad de usar el software, de aprender de él, de basar en él obras derivadas y de compartirlo sin que eso sea piratería.
Si para tener estas libertades hay que "soportar" esas fallas, el precio a pagar es justo.
Con respecto a Opera, al que considero una muy buena suite de navegación, les digo a sus usuarios que existe vida más allá de Opera.
Tengan en cuenta que Opera NO es software libre, que es desarrollado por una EMPRESA, y el día en que a esa empresa NO le de el negocio o las ganas y decida no continuarlo, sonaron. Se quedan sin Opera.
Me parece que tenemos que avanzar un poco más mentalmente y asumir que el software NO ES SÓLO para usarlo, sino que tenemos que evaluar su modelo de desarrollo y ver el impacto real o potencial que tiene en nuestras vidas.
El no hacerlo nos hace correr el riesgo de vivir en un mundo controlado por software cerrado, que nadie sabe cómo diablos trabaja internamente, qué puertas traseras abre, qué riesgos de seguridad nos hace correr y hasta dónde viola nuestra privacidad.
Si hoy nos interesa que existan autos que no contaminen tanto el ambiente, también nos debería interesar que exista software que no violen nuestros derechos más esenciales.
Abramos la mente... y no empleemos el fanatismo del fútbol en el uso del software.
Saludos.