Tal vez la diferencia se note en auriculares o cuando se utilizan equipos de música de alta calidad.
Es cierto que para el oído del común de los mortales entre 192 kbps y 320 kbps no hay mucha diferencia.
En mi caso, y gracias a que cada vez hay discos más grandes, prefiero las tasas altas (192 kbps como mínimo).
Una buena estrategia para optimizar el tamaño de los archivos es NO emplear tasas fijas sino variables (VBR = Variable Bit Rate). De esa manera la cantidad de kb (kilobits) que se emplean en cada segundo de sonido depende del sonido en sí, haciendo que sonidos complejos se codifiquen con tasas altas y sonidos simples con tasas bajas.
Si se emplean tasas fijas para la codificación, no importa que tal complejo o simple sea el sonido, se empleará la tasa indicada para codificarlo. Esto puede resultar insuficiente para sonidos complejos y claramente exagerado para sonidos simples.
Saludos.