¡Qué año tan curioso!
En mundo vivió un 2006 insólito. En Bélgica nació un cordero de seis patas y en Kazajistán aseguran que una gallina puso un misterioso huevo. Recuerdos.
PARIS.- El año 2006 transcurrió también entre historias insólitas que tuvieron protagonistas diversos e inesperados.
Ballena en el Támesis
El 20 de enero, los londinenses descubrieron una ballena en las aguas del Támesis. El cetáceo, una especie de delfín primitivo de 5,85 metros, estaba herido y murió al día siguiente.
Cordero de seis patas
El 19 de marzo, en Bélgica, una oveja de Limburgo parió un cordero de seis patas. Como el animal era incapaz de desplazarse por su cuenta y acercarse a su madre, el ganadero tuvo que alimentarlo con biberón.
Pavos reales de gustos eclécticos
La policía británica señaló el 17 de junio que Mister P., un pavo real enamorado, pasaba 17 horas al día haciendo la rueda para seducir a un surtidor de gasolina en Brierly (suroeste). Los hermanos de Mister P. no están mejor de la cabeza: uno está loco por un gato y otro quiere conquistar a una farola.
Huevo divino
El 13 de julio, una gallina kazaja dejó perplejos a sus dueños al poner un huevo que en la cáscara tenía escrita la palabra “Alá” en árabe. Los agricultores de la localidad de Stepnoi, noreste de Kazajistán, autentificaron el huevo y su inscripción en la mezquita local.
Un ron que mata
Unos obreros descubrieron el 3 de mayo un tonel de ron jamaicano cuando restauraban una casa en Hungría, y se bebieron sus 300 litros de alcohol antes de descubrir con horror que el tonel también contenía el cuerpo momificado de un hombre desnudo. La investigación policial determinó que se trataba de un diplomático húngaro fallecido hace 20 años en Jamaica.
Correo con suplemento de velocidad
Una tarjeta postal tardó en llegar 96 años, desde Bélgica a un pueblo de Francia, donde fue entregada el 16 de mayo a la familia de la destinataria, fallecida en 1978. Enviada el 29 de septiembre de 1910, llegó unos días después a la oficina de correos de Mesnil-Guillaume, una localidad situada a 3 kilómetros del domicilio de Yvonne Boucher, y allí se quedó hasta 1978.
Por mala vista, no; por mal olor, sí
Un tribunal de El Cairo negó el divorcio el 5 de marzo a una mujer que se quería separar de un hombre con estrabismo que le ponía “la piel de gallina”. El marido se quitó las gafas delante de los magistrados y les preguntó: “¿Les doy miedo?”. “No”, contestaron, y la esposa perdió el juicio. El 28 de septiembre, otra mujer egipcia pidió el divorcio por incompatibilidad de olores con su esposo y los jueces no la tomaron muy en serio. Pero cuando se presentó el marido, los magistrados no dudaron y le otorgaron la separación. (DPA)