"Somos unos cagones" Eso les gritó el Colorado Sava a sus compañeros apenas se consumó la derrota frente a Central, molesto porque el equipo no tuvo la pelota. ¡Ufff!
El corazón herido, la indignación incontenible, el ceño fruncido. Facundo Sava era dominado por una impotencia y exasperación, la misma con que los hinchas de Racing se retiraban del estadio. El gol del Kily González, a los 45 del complemento, fue una puñalada al equipo y la mayoría de los jugadores de
la Academia se iba al vestuario como si se tratara de un cortejo fúnebre. Pero el Colorado alteró ese silencio que imperaba y lanzó un grito del alma. "¡Somos unos cagones, no podemos tener la pelota!", disparó, enardecido, mientras se dirigía hacia el túnel, molesto porque Racing no logró la posesión del balón y mantener el empate.
Entre lágrimas surgidas por la derrota, ninguno de los futbolistas le respondió al Colorado. Algunos escucharon el grito, otros no. Pero todos, en su interior, coinciden en algo:
Racing no puede despojarse de su endeblez psicológica, por lo que la pelota parece quemarles. Se muestra como un equipo sin personalidad ganadora, con miedo a perder, sin capacidad para sostener los resultados favorables. Y ahí está penando, en plena Promoción, ahora con Central a tres puntos por encima suyo y con el riesgo latente de que al equipo le cueste demasiado sobreponerse al cimbronazo sufrido en Rosario.
Mucho se había hablado en la semana previa al partido acerca de lo que éste significaba. "Es una final, el que gane tendrá un envión anímico importantísimo", decían todos. "Es un partido de seis puntos", subrayaba Marcos Cáceres. "Yo diría que es uno de 12", redoblaba la apuesta Franco Sosa. ¿Y ahora? Las primeras consecuencias de la caída dejaron su marca en Arroyito.
El plantel se retiró del estadio en silencio absoluto, en fila y con una profunda tristeza, a pesar de que Juan Manuel Llop intentó reanimarlo puertas adentro. Un velorio. En el viaje de retorno, emprendido en micro, predominó el silencio en el grupo. Sólo se rompía de a ratos, cuando
los jugadores se juramentaban "matarnos en la cancha para sacar buenos resultados". Esta mañana, el plantel volverá al trabajo con signos de una batalla perdida. Y seguirá sonando ese grito del Colorado.
"GRACIAS ROSIN POR TANTAS ALEGRIAS...!!! EN LA 17º TE MANDAMOS DE NUEVO COMO EN EL 83 O PENSAS DESCENDER ANTES...? PENSALO, AHORRATE LA HUMILLACION...BAH, SOS UNA HUMILLACION CONSTANTE....