Después de casi cuatro años de abandono, la Ciudad recuperó un símbolo. Con un circo a cielo abierto, shows de tango y la apertura de juegos mecánicos, desde ayer el Parque de la Ciudad reabrió sus puertas.
Ahí, el vértigo mínimo de los juegos mecánicos infantiles volvió a convivir con 30 hectáreas que fueron parquizadas. La novedad: los espectáculos teatrales para chicos y los talleres de higiene urbana. Para los más grandes, verde y más verde para tomar mate. Es que la idea fue cambiar el concepto: de feria de diversiones a parque educativo y de entretenimientos. Por eso, el leit motiv que ahora lo identifica es "tardes a parque abierto". Y desde el fin de semana que viene habrá mesas y sillas, en lo que se llamará "el matédromo".
"Vine cuando era pibe y volver me trajo muchos recuerdos", dijo Marcelo Telesca, mientras sus hijas se repartían entre las piruetas del circo "El Coreto". "Hacía falta un lugar de éstos cerca del centro", opinó, mate en mano, Joaquín Mancuso.
Pero sólo una parte de las 120 hectáreas del parque fue recuperada. Todavía falta su emblema: la torre de más de 200 metros de altura, desde la que se podía ver la costa uruguaya, sigue cerrada. Y aún quedan los esqueletos de hierro de montañas rusas que nunca fueron habilitadas.
El parque quedó abandonado en 2003, cuando la Justicia clausuró 12 juegos y el Gobierno porteño lo cerró. Por eso, las primeras medidas estuvieron centradas en mejorar las condiciones de seguridad. Ahora, los botecitos, la rueda infantil y el aladelta fueron aprobados por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial y son supervisados por los Bomberos.
El parque, que está ubicado en Av. Cruz y Escalada, se puede visitar los sábados y domingos de 16 a 20. La entrada general cuesta $ 1 y es gratis para menores de 5 años y jubilados. "Es una pena que haya estado tanto tiempo cerrado", dijo Daniela Acosta. Es cierto.