Ante 60 mil personas, Roger Waters revivió The Dark Side Of The Moon, el emblemático disco de Pink Floyd, con un show de impecable sonido y puesta visual.
En el centro del escenario una pantalla de enorme definición recibía al público que ingresaba al Monumental con una foto de una botella de whisky junto a un vaso y una radio vintage. A las 22 esa foto cobró movimiento con los primeros acordes de "In The Flesh" y los martillos caminantes de The Wall comenzaron a marchar. De ahí en más, continuó un espectáculo en el que el sonido impecable y una deslumbrante puesta visual bombardearon los sentidos de 60 mil personas: Roger Waters llegó a Buenos Aires con su gira The Dark Side Of The Moon Live.
El espectáculo se dividió en dos segmentos. En el primero, el músico repasó temas de The Wall, A Source Full of Secrets y su carrera solista (ver lista de temas abajo). Concluye con el clásico de Animal "Sheep", mientras un cerdo inflable gigante (como el de la tapa del disco) sobrevuela al público cubierto de grafitis que rezan: "Encierren a Bush antes de que nos mate a todos", "Videla, Galtieri, Tatcher y Bush: Todos dan asco"y "¿Dónde está Julio López?". Un momento en la tradición de "Mothers Of The Dissappered" de U2, más entretenido que conmovedor.
Después de un intervalo de 15 minutos, The Dark Side Of The Moon comienza a sonar en vivo. Los diez músicos de la banda de Waters y las psicodélicas artes visuales escenificaron majestuosamente cada uno de los clásicos. "Breath" y "Money" sonaron correctamente en la voz del gutarrista Dave Kilminster. Carol Kenyon no tuvo problemas para llegar a cada nota del solo vocal de "Great Gig In The Sky". El guitarrista John Carin tomo el lugar de David Guilmour en "Us and Them" y el espectacular cierre con "Brain Damage" y "Eclipse" tuvo al icónico prisma dibujado con lásers sobre el escenario. Para los bises, los infaltables "Another Brick In The Wall Part II" y "Comfortably Numb" cerraron una noche en la que el arquitecto sonoro de Floyd cumplió con el deafío de revivir un los mayores emblemas del rock sin sus ex compñeros.