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“Adelantando a la mala vida, la gente aburrida, el mal ambiente. Adelantando a la falta de ganas, la mala vibra, la mala suerte”
Pisándole duro, con decisión y por el carril de la izquierda; así encaró Pau Donés el sexto disco de Jarabe de Palo. Adelantando es, en líneas generales, un álbum de rock. Guitarras arriba, percusión panamericana, juegos de palabras, las armonías vocales ya clásicas de Pau y pulgares levantados. Pero esta vez, por vez primera, es el propio Donés quien lleva el timón como productor. Clint Eastwood dijo en un popular spaguetti western: “En el mundo hay dos tipos de personas: los que cavan y los que tienen la pistola”. Pau dice que no, que uno puede tener la pistola y cavar también. Adelantando, ya ves. El repertorio suena, quizá por eso, más fresco, más directo. Por eso y porque, tras años tocando y girando sin parar, Jarabe de Palo ha perfeccionado el equilibrio entre la inquietud lírica de Donés y la urgencia del escenario.
“Sumando, sembrando, pensando en lo que voy a hacer Uno más, pero con nombre y apellidos. Tirando de la cuerda siempre hacia delante”
Gestado en el Valle de Arán (Pirineos), Adelantando cuenta con la participación activa del batería español Pedro Barceló (Joaquín Sabina, Ketama y habitual de Jarabe de Palo), la bajista cubana Carmen Niño (Amparanoia) y el percusionista argentino Daniel “Topo” Gioia (ha grabado cientos de discos; desde salsa hasta la Sinfónica de Berlín). Se sumaron las guitarras de Charlie Cepeda (Kiko Veneno, Las Niñas), los teclados de Toni Saigi “Chupi” (Els Pets) y el fundamento flamenco de Yumitus Hernández (piano) y Diego Cortés (guitarra), todos ellos amigos presentes en grabaciones anteriores de Jarabe.
Pero hay algunos otros nombres ilustres que se apuntan a la fiesta: La Mari, de Chambao (que canta en Déjame vivir); Carlos Tarque, de M Clan (que hace dúo con Pau en la roquera Avisa a tu madre); La Shica (un nuevo valor del hip-hop jondo que Jarabe trae a la luz en Adelantando) o Niccolò Fabbi (en la versión en italiano de Me gusta cómo eres, un regalo al final del disco). Son las más recientes adhesiones a la amplia lista de amigos con quienes Pau ha cantado alguna vez, en álbumes propios o ajenos.
“Pura vida pa’ mi gente. Buena onda, buen ambiente”
“Adelantar” puede ser verbo intransitivo; uno no debe necesariamente adelantar algo o a alguien, sino adelantar, sin más. Con positivismo, porque es el único camino y también porque sí. Porque no hay mejor meta que el horizonte, amigos y amigas. Adelantando, la canción, es una batería de rock funky, latino y flamenco, y cargado de buenas vibraciones: “Yo penso positivo porque son vivo, porque son vivo”. Lo mismo con Voy a llevármela leve; al mal tiempo ponle siempre buena cara y un piano honky-tonk, si puede ser:
“Hoy me siento bien, no me preguntes por qué. Tenía un montón de planes; los empezaré más tarde. La vida me sonríe. Voy a llevármela leve”
Y luego está el amor, claro, y los sentimientos de ley. El positivismo desemboca, casi siempre, en el corazón. No vamos a fingir ahora que no hemos rumbeado con el piano de Ole, el primer sencillo, declaración indisimulada de amor sincero. Amor también sobre los patrones de rock panamericano de No escondas tu corazón o A tu lado. Y mucho más amor, esta vez a medio tempo, en Me gusta cómo eres (en italiano se dice Mi piace come sei). Por cierto, qué bonitos versos:
“Como la balanza que mide el tiempo, la soledad y el silencio. Como un agujero en el cielo por donde se van los sueños. Como esa cesta que tanto cuesta llenar y que se vacía al momento... me gusta cómo eres”
Jarabe canta a la pasión a duras penas contenida en la lúbrica No te duermas (Que no hemos acabado), de aire reggae, y lanza un órdago a una niña bien en Avisa a tu madre. Y más, y más. Las canciones brotan como quien fluye, ya sabes, por el carril izquierdo. Adelantando palabras vacías con poesía bonita (Blablablá); rebasando al desamor (Déjame vivir) o a las restricciones sociales, siempre tan putas (Estamos prohibidos).
Elevándose sobre lo superficial, sobre la tarifa plana musical, con piezas que te pueden poner a mover el esqueleto, a roquear sin renunciar por ello a comunicar las inquietudes de su autor. Al final, ese es el principal logro de Jarabe/Pau: un disco de rock pero con fundamento; un álbum maduro, pero directo.
“Adelantando. Pasito a pasito; más cortos, más largos, pero adelante”