Alcanza con un clic para descubrir a Buenos Aires de una manera diferente. En realidad de miles de maneras distintas.
Se abre un abanico infinito de posibilidades de recorrer el área Metropolitana (la Ciudad, el Conurbano y la zona rural), en un viaje por una singular combinación de sus aspectos demográficos y sus características naturales.
Así, en una misma página de Internet se puede descubrir como Buenos Aires se fue poblando desde 1700; recorrer la historia del Teatro Colón o la Casa de Gobierno con imágenes satelitales incluidas; conocer el recorrido de las líneas de colectivos, subtes o trenes; comprobar a través de gráficos la evolución del subsuelo de Buenos Aires, o ver con imágenes animadas cómo se reproducen los mosquitos que hasta hace pocos días invadieron la Ciudad o que clase de cucarachas uno puede encontrar en su casa.
"El Atlas Ambiental de Buenos Aires (AABA) ayuda a entender a la Ciudad como un sistema en el que el clima, la geología, la fauna y la flora urbana interactúan con la población", dijo ayer la geóloga Paulina Nabel durante la presentación. Ella, junto al urbanista David Kullock dirigieron el proyecto que impulsó el Conicet, junto al Museo de Ciencias Naturales, la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UBA y el Gobierno porteño. La tarea demandó tres años, lapso en el cual la Ciudad tuvo dos jefes de Gobierno distintos y cuatro ministros de Medio Ambiente.
Justamente, el producto final fue presentado ayer por Juan Manuel Velasco quien no tiene una semana en el cargo "El atlas es una herramienta de gestión clave. ¿Un ejemplo? Ensayar a través de su tecnología obras para evitar inundaciones o el impacto ambiental que podría tener colocar un relleno sanitario en determinado lugar", dijo el funcionario.
Claro que el atlas tiene también fines educativos. "Desde que está on line hace un año, pero no completo, hemos recibido miles de consultas de maestras. Sus fines educativos no tienen límites y por eso también hay una versión en CD Rom para las escuelas que no tienen acceso a Internet. Es que es la primera vez que una investigación de este tipo está disponible para todo el mundo", contó Hernán Bisman, editor de la página de Internet. "Además, hay urbanistas que requieren datos para su investigación o empresarios que usan los mapas para descubrir los problemas que la Ciudad no los revela en su superficie", agregó.
El atlas —en el que sigue trabajando un equipo de investigadores y que no dejará de actualizarse— puede ser abordado de tres formas diferentes y que a la vez se complementan. Hay una unidad de paisajes, donde se describe, en forma muy clara y didáctica, la particular fisonomía que adopta el territorio por la interacción de componentes físicos, biológicos y culturales. Otra de mapas, que se pueden imprimir registrándose gratuitamente. Y una tercera unidad temática que reúne información sobre agua, suelos, aire, población, servicios, patrimonio y más, mucho más.
Es que no alcanza el espacio de estas páginas para describir tanto contenido. Sí alcanza un clic para descubrir a Buenos Aires de mil maneras diferentes.
En números
700 páginas distintas tiene el sitio del atlas ambiental. Cada uno puede llegar a poseer cientos de imágenes, gráficos y mapas.
5 horas aproximadamente demanda recorrer el sitio web sin detenerse a leer los contenidos ni entrando a links derivados.
100.000 personas ya visitaron la página que está on line hace un año, aunque recién ahora en forma completa. Y se registraron 6.000 usuarios.
60 investigadores del Conicet trabajaron en el armado del atlas. Otras 20 personas conforman la redacción que actualiza a diario la página de Internet.
http://www.atlasdebuenosaires.gov.ar/aaba/