Una mujer preocupada por las víctimas de los vídeoadictos ha ideado un proyecto tecnológico para jugar en pareja y, literalmente, con mucho placer: un vídeojuego en el que tocar las partes íntimas es la táctica para avanzar y ganar puntos.
Intimate Game Controllers no es todavía un producto de mercado, sólo un experimento que Jennifer Chowdhury, una estudiante del Programa de Telecomunicaciones Interactivas de la Universidad de Nueva York, ha presentado por estos días como su tesis de grado.
La picardía de este vídeojuego, programado en Flash, está en los controles: un sujetador con seis sensores para ella y un calzoncillo con otros seis sensores para él, de manera que se activa con el contacto físico de los jugadores.
Para tener un idea, se puede consultar el vídeo demostrativo que coloca Chowdhury en su página en Internet, que muestra a un chico colocado detrás de una chica, pecho con espalda, mientras ascienden del nivel 1 al 3.
Nivel 1: En el cine
El nivel 1 se llama En el Cine y se juega con el par de sensores colocado en las tiras del sujetador de ella y los dos en los laterales del calzoncillo de él, pero las zonas de toque son cada vez más íntimas en la medida en que se avanza a los niveles 2 (La Primera Cita) y 3 (El Primer Beso).
La idea, que ya se comenta con entusiasmo en varios blogs y sitios especializados en Internet, hace realidad el sueño de aquellas mujeres -aunque también hombres- que sufren o terminan abandonando a su pareja por culpa de su adicción a las máquinas.
La inspiración
La inspiración de Chowdhury viene de allí, de ese fenómeno llamado "gamer widowhood" ("la viudedad del jugador"), y para el cual ya existen foros y grupos de apoyo en la red.
"Al enterarme de esto, me propuse diseñar un tipo de vídeojuego que se centrara en la intimidad de la pareja, y donde dos personas se tocan la una a la otra para participar en el juego", relata la autora en el vídeo colocado en su blog.
Las víctimas de los "jugadores viudos" -aquellos que aman más a su personaje virtual que a su pareja de carne y hueso- han encontrado apoyo en sitios como GamerWidow.com, donde pueden discutir sus experiencias y, quizás con un poco de masoquismo, enterarse de qué van los juegos que obsesionan a sus amados.
'World of Warcraft', culpable de muchas rupturas
Un juego en particular, World of Warcraft, ha sido el culpable de muchas rupturas de parejas, ya que alcanzar sus 60 niveles puede demorar hasta seis meses. Un usuario en la red lo califica como "la mejor vía para garantizar que nuestra generación no procreará".
"Es para jugar en casa, no en un bar", asegura la autora, quien además advierte que el toque a los sensores de los mandos debe ser sutil -nada de rudeza, así la emoción y el estrés sean incontenibles-, o de lo contrario el jugador perderá puntos.
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