¿Qué contiene más microbios, un inodoro público o un teléfono celular? Si bien para muchos la pregunta puede resultar absurda, lo cierto en que un estudio realizado por científicos de la Universidad Metropolitana de Manchester, en el reino Unido, acaba de dar a conocer algunos datos que deberían poner en alerta a los usuarios de telefonía móvil.
Según la investigación, los teléfonos móviles de uso común serían algo como un nido de miles de bacterias, incluso más infeccioso que un baño de acceso comunitario. ¿La razón? Los gérmenes se multiplican en lugares cálidos y, a causa de ello, las manos, la cara, las orejas y el interior del dispositivo móvil constituyen un caldo de cultivo de gérmenes de las especies más variadas.
Pensándolo bien, no suena nada extraño: los usuarios llevan el teléfono en el bolsillo, en la cartera, lo apoyan en decenas de mesas diferentes a lo largo del día, lo manipulan después de haber viajado en subte o en colectivo… Es decir, el aparato está en contacto permanente con cientos de microbios que luego son transferidos a la piel del rostro e inhalados al hablar por teléfono.
No se trata de simples gérmenes inofensivos. Los que habitan y transitan el interior del celular pueden causar desde problemas en la piel hasta meningitis y neumonía, según reflejó la investigación.
Si bien es cierto que las personas están en contacto con millones de bacterias a diario – por ejemplo, el ratón de la computadora y el teclado por más impecables que parezcan contienen miles de ellas – y que esto tiende a fortalecer el sistema inmunológico del cuerpo, no estaría mal que los usuarios desinfectaran sus celulares de vez cuando. Sin duda, siempre es mejor prevenir que curar.