El tango siempre estuvo presente en Argentina, pero se había vuelto extremo: académico o popular, como si ambas cosas no fueran compatibles. Y gracias a la electrónica francesa, Gotan project, o local posterior, como Bajofondo Tangoclub, muchos jóvenes descubrieron que había mucho más que eso.
Bájenlo, pibes, que al abuelo lo van a comprar para siempre.