Un juez brasileño prohibió el ingreso de niños y adolescentes, aun acompañados de padres u otros adultos, a los cines que exhiben la película de animación "Madagascar", por considerar que el filme estimula el consumo de drogas.
La decisión fue tomada por el juez Alexandre Morais da Rosa, del fuero de Infancia y Juventud de Joinville, una localidad de 477.000 habitantes en el estado de Santa Catarina, en el sur de Brasil, y rige exclusivamente en esa región. Los cines que no respeten la decisión deberán pagar una multa de 500 reales, o 204 dólares al cambio actual, por cada niño o adolescente que haya podido ingresar a la sala.
El juez hizo lugar al pedido del abogado George Rohrbacher, que demandó a la United Internacional Pictures, distribuidora de "Madagascar", por entender que el filme contiene mensajes de estímulo al consumo de drogas. La distribuidora UIP estrenó el filme en 450 salas en Brasil.
"Madagascar" es un filme de animación por computadora, que muestra a cuatro animales, un león, una cebra, una jirafa y un hipopótamo, que escapan del zoológico de Nueva York. Tras ser capturados son enviados en una nave que naufraga y acaban en una isla —la "Madagascar" del título— habitada por una extraña raza de lemures.
El abogado Rohrbacher sostuvo en su demanda que la película contiene mensajes subliminales que estimulan el consumo de drogas, específicamente de "éxtasis", postura con la que el juez estuvo de acuerdo.
El magistrado inclusive citó una de las escenas, en la que uno de los protagonistas de la película se encuentra con los lemures participando en una "rave" (fiestas de música electrónica) y lamenta no tener un "caramelo", mostrando la lengua con un "caramelo" azul.
"Debemos recordar a los incautos que caramelo es sinónimo de éxtasis", la droga sintética distribuida en comprimidos y muy popular en las raves", afirmó el juez Morais da Rosa en su sentencia.
De todos modos, el juez no admitió plenamente el recurso del abogado, que solicitaba lisa y llanamente que la exhibición del filme sea prohibida.
"No puedo prohibir el filme, porque los adultos pueden decidir verlo. Pero en base al Estatuto del Niño y el Adolescente, y a la Constitución, puedo prohibir el acceso de niños y adolescentes", analizó el juez. Pero, agregó, "lo importante es que niños y adolescentes no pueden continuar sometidos al filme, cuya apología al consumo de estupefacientes es hecha de manera subrepticia".
El filme, que se estrenó en todo el mundo sin ningún tipo de problemas de censura o acusaciones ni pedidos de juicio (lo peor que tuvo, llegado el caso, fueron malas críticas), es hasta hoy el filme más taquillero del año en la Argentina. Estrenado hace un mes y medio, lleva ya más de 2.100.000 espectadores y todavía sigue entre los diez filmes más vistos en todo el país.
De hecho, el mercado internacional es el más receptivo para el filme, que no logró una gran repercusión en su país de origen. Hasta el fin de semana pasado, la película de animación había recaudado 50 millones de dólares más en el exterior que en los Estados Unidos, algo inusual para un filme de este tipo, tomando en cuenta que todavía no fue estrenada en muchos países.
El caso de Brasil no es inédito en la historia del cine de animación. Varios países europeos (especialmente los escandinavos) han limitado al público mayor las exhibiciones de películas de animación, en general por cuestiones ligadas a la violencia.
Este sería el primer caso de un filme de animación que es condenado por apología de la droga.