LOS ANGELES, California - Tan fácil como comprar una lata de Coca-Cola, pero con receta médica. Así de sencillo lo tienen desde esta semana los californianos para poder adquirir marihuana en máquinas expendedoras. Eso sí, con fines terapéuticos. Tan fácil como comprar un refresco
Estos nuevos artilugios presentan una estructura familiar: Teclas con números impresos para elegir qué tipo de mercancía es la deseada, una ranura para introducir el importe y un espacio en su parte inferior para poder retirar el producto.
Pero en esta ocasión, el interior es lo que cuenta...
Una vez que el paciente ha recibido la receta médica para usar el cannabis, de forma legal y siempre por razones de salud, se le tomarán las huellas dactilares y será fotografiado para comenzar a usar este nuevo método de distribución de la marihuana, empleada aquí como fármaco.
Cumplimentados esos pasos, se les otorgará una tarjeta de prepago que les dará acceso a las máquinas, según explicó Vince Mehdizadeh, propietario del Centro de Nutrición de Hierbas de Los Ángeles, a la emisora de televisión KWTX, filial de CNN.
Mehdizadeh, en cuyo centro se encuentra una de las dos máquinas que desde el lunes han comenzado a funcionar en California, explicó que esta herramienta servirá para administrar dosis extra cuando los pacientes las requieran.
"Serán recibidos por un guardia de seguridad allí mismo. Introducirán la tarjeta y se les pedirá sus huellas dactilares en la máquina para verificar su identidad", explicó al canal.
"Una cámara se encarga de fotografiar al paciente para comprobar que la persona que solicita la medicación está realmente autorizada. Después, la retiran y ya está", agregó.
En la calle ya son conocidos por su acrónimo: los AVM ("Anytime Vending Machines", algo así como las máquinas que venden en cualquier momento).
Hasta 11 estados de Estados Unidos permiten el uso medicinal de la marihuana, principalmente para rebajar el dolor de numerosas enfermedades y abrir el apetito del paciente. Pero su empleo sigue resultando controvertido.
No obstante, y aunque el Gobierno de Estados Unidos no reconoce ningún uso legal de la marihuana, prohibida oficialmente en el país de acuerdo a la Ley de Sustancias Controladas de 1970, los operadores consideran que estas máquinas que solicitan la prescripción médica podrían convertirse en algo realmente popular en el país.
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