Carolita, yo quizás tenga la solución para tu problema, solo debés hacer una pequeña inversión.
Un sábado tipo 7 de la tarde, regalales un par de damajuanas del vino más berreta que consigas, a eso de la 11 de la noche dejá unos cuantos cuchillos en la puerta, tocales el timbre y rajá. Te puedo asegurar que solitos se van a encargar de exterminarse entre ellos.