Compañeros, amigos y seguidores recuerdan con cariño el paso de Jorge Guinzburg por la televisión argentina. Fue conductor, escritor, comediante y "una persona llena de energía"
La tristeza invade al público, al conocerse la noticia de la muerte de este comediante tan querido. Se recuerda su trayectoria y su amor por el humor.
El multifacético Jorge Guinzburg trabajó como escritor, conductor, comediante y periodista de una aguda mirada, tanto cuando actuaba de cronista, como con sus memorables reportajes.
Participó en la redacción de dos publicaciones que fueron claves sobre todo en el período de transición democrática, como fue Humor, tras lo cual no perdió oportunidad de escribir en la que fue su prolongación: Satiricón.
Realizó una columna en la revista dominical del diario porteño Clarín, en donde analizaba la realidad desde su singular perspectiva. Desde el diván le permitió compartir la experiencia que obtuvo durante sus sesiones de psicoanálisis.
Dos años atrás publicó un libro, Sesiones extraordinarias (desde el diván), en el cual reunía sus reflexiones.
En radio, creó más de veinte programas entre los que se encuentran En ayunas, en conjunto con Carlos Abrevaya, El ventilador y Vitamina G. Y en televisión se consagró como conductor con el ciclo La Biblia y el calefón y Mañanas informales.
Fue autor, conductor y productor de numerosos ciclos humorísticos y periodísticos, como La noticia rebelde, Peor es nada y Guinzburg & Kids.