Seguimos con el humor! Les dejo un par mas.
Había una vez un ingeniero que tenía un don excepcional para arreglar cualquier aparato mecánico. Después de trabajar lealmente para su empresa durante más de treinta años, se jubiló felizmente. Algunos años más tarde, la empresa contactó con él por un problema al parecer imposible de resolver que tenían en una máquina valorada en millones de dólares. Habían intentado todo para volver a poner en marcha la máquina pero sin resultado. Desesperados, llamaron al ingeniero jubilado que en el pasado había resuelto tantos problemas. El ingeniero aceptó el reto encantado. Se pasó el día estudiando la inmensa máquina. Al final del día, marcó una pequeña 'x' con tiza sobre un cierto componente de la máquina y dijo "Aquí es donde está el problema".
El componente se cambió y la máquina volvió a trabajar perfectamente. La empresa recibió del ingeniero una factura de 50.000 dólares por sus servicios. Ante la petición de la empresa de una descripción detallada de la factura, el ingeniero respondió escuetamente:
Por la marca de tiza: 1 dólar
Por saber dónde ponerla: 49.999 dólares
Se le pagó hasta el último centavo y el ingeniero volvió a su apacible retiro.
Un arquitecto, un artista y un ingeniero estaban discutiendo si era mejor pasar el tiempo con la esposa o con la amante.
El arquitecto decía que disfrutaba estando con su esposa, construyendo una base sólida para una relación duradera.
El artista decía que prefería estar con su amante, por la pasión y misterio que encontraba en ello.
Finalmente, habló el ingeniero:
- Yo me quedo con las dos.
- ¿Con las dos? -preguntaron el arquitecto y el artista.
- Sí -replicó el ingeniero-. Teniendo esposa y amante, cada una supondrá que estás con la otra y así se puede uno ir al laboratorio a trabajar.
Cerramos con esta frase:
Para el optimista, el vaso está medio lleno. Para el pesimista, el vaso está medio vacío. Para el ingeniero, el vaso es el doble de grande de lo necesario.