El mundo ha sido invadido por fantasmas gracias a la internet sin cables. Las ciudades
están desiertas, la tecnología ha sido destruída y los pocos humanos que se quedan
evitan cualquier contacto con una cosa eléctrica, para eludir enfrentarse con los
fantasmas que vagan por el planeta. La mayoría de ellos están condenados a revivir una
y otra vez lo que hicieron antes de dejar de ser seres humanos, pero algunos fantasmas
se niegan a eso, pues no saben que están muertos y continúan frecuentando sus hogares.