Es entrar en ese pasillito de cuatro agujeros y quitarse la ropa para empezar a comer pollas y a follar como una cochina. Ella elige, hay rabos que le gustan para mamar y otros para metérselos en el coño... Rebeca es puro vicio y está buenísima, ¡no te la puedes perder recibiendo 22 corridas en la boquita!