En 1952, el General Fulgencio Batista orquestó un golpe de estado en Cuba, tomó el control del gobierno del país y suspendió las elecciones. Su corrupta dictadura estaba respaldada por un ejército de 40.000 hombres, pero un joven abogado llamado Fidel Castro intentó incitar a la rebelión popular asaltando el cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. El ataque no tuvo éxito y Castro pasó dos años en la cárcel antes de ir al exilio en México.