Basada en los asesinatos de las iniciales en Rochester, a finales de los 80. Megan Paige es una policía muy comprometida con su trabajo y que sufre de esquizofrenia. La tensión del trabajo la conduce a tener un episodio violento de su enfermedad y termina en el hospital. Después de dos años su vida normal se convierte otra vez en un infierno cuando se produce otro asesinato.