Estremecedor adiós de los vecinos al policía héroe
Miles de vecinos
aplaudieron el paso del féretro mientrasera trasladado al Cementerio Municipal de San Isidro. Garrido
protegía a los vecinos desde hace casi 30 años y ayer fue brutalmente asesinado
Tras el velatorio, los restos del capitán fueron trasladados este mediodía al
Cementerio Municipal de San Isidro. Como se estimaba, el paso del féretro fue acompañado por cientos de vecinos
indignados por otro asesinato en el barrio.
A su vez, el ahora capitán, que hacía casi 30 años custodiaba el centro de San Isidro,
era muy querido y se había ganado el respeto de los vecinos a lo largo del tiempo.
De acuerdo con el testimonio, siempre estaba dispuesto a ayudar, y sus compañeros revelaron que
pese a que estaba en edad de retiro, el quería seguir en la calle porque "era un policía de alma".
En la tarde de ayer,
una multitud de vecinos y comerciantes de la zona colmaron la Catedral de San Isidro, situada en la Avenida Del Libertador al 16000, donde a las 19 se ofició una misa en memoria del llamado "Policía héroe".
"
Garrido ofrendó su vida por nuestra seguridad, vamos a pedir por seguridad para que su muerte no sea en vano", dijo el sacerdote Pedro Oeyen, quien señaló que uno de los motivos "fundamentales" para que existan tantos hechos delictivos es "el alto consumo de droga que hay hoy en día", frase que generó un cerrado aplauso de los presentes.
Además, la Municipalidad y la Cámara de Comercio local dispusieron colocar durante 72 horas carteles negros en oficinas públicas y locales, en señal de duelo.
Declaran los detenidos por el brutal crimen del policía
Néstor Luque, Débora Acuña y un tercer arrestado serán indagados en las próximas horas por el asesinato a sangre fría del capitán Garrido.
Dolor en el velatorio. Los vecinos
piden justicia Una pareja acusada de ser la autora del crimen del policía bonaerense Aldo Garrido en un comercio de San Isidro
fue detenida hoy en la localidad bonaerense de Pablo Podestá, partido de Tres de Febrero, junto a un familiar
en cuya casa se hallaron las sindicadas armas homicidas.
Fuentes policiales informaron a
Télam que, al ser apresada, la pareja se hallaba junto a su pequeño hijo de 5 años en la casa de un familiar, situada en Benito Pérez Galdós al 8700.
Allí la Policía practicó pasada la medianoche el allanamiento en el que, además de los arrestos,
se confiscaron las sindicadas armas empleadas para el crimen: un revólver calibre 32 y una pistola calibre 9 milímetros que se cree es la reglamentaria de Garrido.
La pista que manejan los investigadores es que el policía fue atacado por los dos miembros de la pareja, cada uno de los cuales empuñaba un arma, según los datos obtenidos en la pesquisa en base a testigos y al hallazgo de proyectiles de dos calibres en el cuerpo de la víctima.
La pareja detenida por el asesinato está integrada por Néstor Luque y Débora Acuña, ambos de 29 años, el primero de los cuales había salido recientemente de prisión tras purgar una condena por otro delito, añadieron los informantes.
Los investigadores tenían a Luque bajo sospecha y estaban vigilando los movimientos de su entorno cuando detectaron que la pareja se hizo llevar en remis algunos bolsos a la casa de la calle Benito Pérez Galdós, de Pablo Podestá, partido de Tres de Febrero.
Según los voceros, los detectives llegaron finalmente a dar con los sospechosos en base a indicios hallados en la escena del crimen y diversos datos aportados por testigos a la Policía y al grupo de fiscales de San Isidro a cargo de la causa.
Entre ellos, dijo un investigador, se hallaron en el local de la firma "Kevingston", donde se cometió el homicidio, dos boletos de colectivo que la pareja acusada había tomado para ir hasta la zona de San Isidro.
También, según algunas fuentes,
se encontró un llavero con una foto del hijo de la pareja, quien estaba presente al momento del arresto de sus padres, por lo que debió intervenir en el procedimiento un equipo especial que se encargara de la situación del niño y de entregarlo a algún familiar.
El operativo estuvo a cargo de efectivos de la DDI de San Isidro y de la seccional quinta de Tres de Febrero, que prestaron colaboración por cuestiones de jurisdicción.
El policía Garrido tenía 61 años, llevaba 31 en la fuerza y era muy querido por los vecinos de San Isidro, quienes ayer asistieron a una misa en su homenaje y dieron muestras de dolor. Esta mañana sus restos eran velados en la cochería Paraná de Maipú al 4100, La Lucila, y a las 11 se realizará la inhumación
en el cementerio de San Isidro.
Garrido fue ejecutado de cuatro balazos cuando intervino para frustrar un robo al comercio "Kevingston" situado en Chacabuco 361, a la vuelta de los tribunales de San Isidro. El asalto fue cometido por un hombre y una mujer que, al ver al policía, lo redujeron, le quitaron su arma y lo asesinaron.
Garrido estaba en edad de jubilarse, pero el lunes le habían comunicado que seguiría unos meses más en actividad, lo que lo había puesto contento ya que no deseaba aún dejar de trabajar, según contó ayer el camarista sanisidrense Luis Cayuela, quien lo conocía desde hacía años.
El jefe de la Policía Bonaerense, superintendente Daniel Salcedo, calificó el hecho como "brutal, salvaje y cobarde" y dijo que Garrido era un "héroe", mientras que el ministro de Seguridad provincial, Carlos Stornelli, lo ascendió de teniente a capitán post mortem.
-----------------
Estos asesinos no merecen salir mas, pero cuantas veces lodijimos y sigue pasando. Le importa a alguien? o es la senscion de inseguridad la que sigue matando? La pena de muerte es muy jodida de pedir, pero que hacer ante la injusticia de la justicia que no trabaja. Los deliencuentes que matan lo encierran salen y vuenlven a matar. Que hacemos con un tipo asi? Lo reeducamos, lo encerramos, lo mtamos, lo linchamos, que hacemos? No se reeducan, no estan encerrados mucho tiempo, no se los puede matar o linchar, entonces que le hacemos donde lo metemos? Hacemos una carcel al estilo siberiia en la antartida y que que se queden ahi y se pudran? Nose, solucion a esto no hay y lo malo es que en 10 años van a ser mas de 15 millones de lacras dando vuelta por ahi buscando objetivos inocentes para robar, mata o violar.