Casabindo Sinopsis: Para celebrar a la Pachamana, diosa incaica de la tierra, y a Nuestra Señora de la Asunción, el 15 de agosto de todos los años se celebran la Fiesta de Casabindo. Casabindo es un pequeño pueblo situado a 3900 metros de altura, a 148 kilómetros de Humahuaca, en la provincia de Jujuy, República Argentina. Allí, junto a la iglesia brilla una plaza muy especial. Durante la festividad, este solar se convertirá en el escenario de procesiones. Y de una corrida de toros. Pero en estas corridas los enérgicos y solares animales astados no morirán. El único propósito de los toreros es arrebatar una cinta de terciopelo festoneada con monedas de plata que se cimbronea entre los cuernos del vigoroso taurino
El director:
Jorge Ricardo Prelorán (nacido Buenos Aires, Argentina, 28 de mayo de 1933, muerto en Los Angeles, EE.UU. el 28 de marzo del 2009), actor y director es uno de los principales referentes del cine etnográfico argentino. Sus obras documentan las llamadas “culturas moribundas”, denunciando el proceso de transculturación producido en las zonas rurales argentinas. La influencia de los nuevos elementos introducidos por la tecnología, (radio, bicicleta, automóvil) y la capacidad de adaptación del hombre, para controlar el ambiente donde vive.
Sus películas documentales se refieren a los seres humanos y sus actividades, y funcionan a manera de testimonios de la multiplicidad de culturas existentes en el mundo. Sus personajes siempre pertenecen a zonas rurales marginales con poco acceso a los medios de comunicación.
Prelorán define su cine como "Geografía Humana", con sus películas intenta demostrar que los deseos y aspiraciones del ser humano son básicamente iguales en cualquier lugar de la tierra, esa semejanza es tan fuerte que las diferencias materiales se acaban tornando superficiales y poco importantes.
Prelorán se propuso reducir las distancias y el racismo a través del conocimiento profundo de otros pueblos. Se opone a los documentales etnográficos que enfocan solamente lo exótico y lo extraño de otras culturas. De temperamento humilde, libre de prejuicios metropolitanos de superioridad y de todo afán de prestigio personal. Sus películas fueron producidas con mucho esfuerzo y escasos recursos, pese al reconocimiento que últimamente ha tenido su tarea.
“Yo siempre fui un documentalista de la realidad. Y eso me fascina. Yo escucho, nada más. El secreto es ser invisible, llegar a tener tal confianza con los protagonistas, que la cámara no está. Y captar la realidad de una forma tan prístina que parecería que estuviera frente a la cámara sin que hubiera nadie. Esa es la idea”, afirmó en abril de 2006 Jorge Ricardo Prelorán.
Prelorán se definía como “un cineasta y no un antropólogo”. “No me interesa ser totalmente puro. Lo que me interesa es llegar a un público masivo, que entienda la película no como un hecho científico sino como una situación dramática. Entonces, las reglas del dramaticismo tienen que seguir ciertas curvas, y llegar a un clímax. Y todo eso tiene que ser muy claro”, explicaba.
Tras dejar la carrera de arquitectura, en 1955 viajó a los Estados Unidos y comenzó a estudiar cine en la Universidad de California. Trabajó como cartógrafo para ganarse la vida y poder seguir estudiando. Contratado por la Fundación Tinker regresó al país y filmó “El gaucho argentino”, “El gaucho en las pampas”, “El gaucho salteño” y “El jinete correntino”. Entre los años 62 y 63 llega hasta las sabanas colombianas y realizó “El llanero colombiano”. Incursionó en algunas producciones televisivas para Canal 9 de Buenos Aires.
Por iniciativa del rector Eugenio Flavio Virla fue contratado en 1963 por la Universidad Nacional de Tucumán, como asesor de audiovisuales del Rectorado. Produjo 26 cortometrajes, un largometraje y 29 series didácticas. Se vinculó con Raúl Cortázar y realizó para el Fondo Nacional de las Artes el famoso “Relevamiento cinematográfico de expresiones folclóricas argentinas”, recorriendo 250.000 kilómetros del país, filmando 22 materiales unitarios sobre expresiones regionales.
“Recuerdo esos seis años en la UNT como los más libres, interesantes, asombrosos, indagantes de mi vida, ya que pude viajar ‘a pata suelta’ con los dos colaboradores que fueron contratados, Lorenzo E. Kelly, de Cipolletti, Río Negro, y Sergio Barbieri. En 1963 fui contratado por el entonces rector de la UNT, Eugenio Virla, para filmar películas y hacer series didácticas de diapositivas sobre los temas que yo quisiera encarar. Cuando mi contrato caducó en 1969 yo había filmado 36 películas, la mayoría cortos, y había hecho una veintena de series didácticas sobre una variedad de temas folclóricos de las zonas aledañas de Tucumán y también en la Patagonia, Cuyo y todo el NOA”, recordó en setiembre de 2007 cuando visitó por última vez Tucumán.
Entre 1965-66 hizo “Máximo Rojas”, “Monturero criollo”, “Trapiches caseros, “Feria de Simoca” y “Purmamarca”. En 1967 filmó “Casabindo” y “El Tinkunako”. Del 67 al 68 produjo “Un tejedor de Tilcara”, “Iruya”, “Artesanías santiagueñas”y “Medardo Pantoja”. La convivencia con el carismático Hermógenes Cayo en el altiplano jujeño hizo surgir el largometraje que fue su producción más destacada. Según encuestas de críticos cinematográficos, el film se sitúa entre las 10 mejores películas de la historia del cine nacional. Trabajó para la UNT hasta 1969. A partir del 1973, fue invitado como profesor en la Escuela Nacional de Cine de Inglaterra y en el Museo del Hombre de París. Obtuvo una segunda beca Guggenheim, fue docente estable en la Folklore Society, de EE.UU. donde tuvo a su cargo el programa de cine etnográfico.
Prelorán fue reconocido por evidenciar los procesos de transculturación en ciudades marginadas.
El proyecto de la Universidad de Tucumán (Argentina)
El Fondo Nacional de las Artes tuvo como a uno de sus directores, al Profesor Augusto Raúl Cortazar, un nacionalista católico especializado en estudios folklóricos se convirtió en el mentor de Jorge Prelorán, quien ya desarrollaba un proyecto audiovisual para la Universidad de Tucumán. Ambas instituciones se asociaron para realizar el Relevamiento Cinematográfico de Expresiones Folklóricas Argentinas.
La idea era producir un mapeo fílmico de ceremonias, costumbres, artesanos por vastos territorios de la Argentina, de sur a norte. Estas investigaciones coincidían entre otras, con los trabajos de campo de las musicólogas Leda Valladares o Ercilia Moreno Cha quienes rescataban tradiciones argentinas. El objetivo era conservar testimonios de la cultura popular que se estaban extinguiendo, o que la transculturación transformaría inexorablemente. No tenían como objetivo el
cambio social, ni había ninguna intención de utilizar ese saber para realizar algún tipo de acción política.
Los cortos Casabindo (1965), Chucalezna (1978), Medardo Pantoja (1969), Iruya (1968) y La iglesia de Yavi (1972) forman parte de este proyecto.
Elink: Casabindo.1965.DVDRip.XviD.MP3.ferkor.para.veintic uatrofps.avi Director: Jorge Prelorán
Género: Documental
País: Argentina
Año: 1965
Idioma: Español
Duración: 13 Minutos
Ripeador: ferkor para veinticuatrofps.com
Cinenacional IMDB: No Existe
ESPECIFICACIONES TÉCNICAS:
Resolución: 720 x 480
Calidad: DVDRip
Codec Video:XviD
Codec Audio: MP3
Bitrate Video: 3526 kbps
Bitrate Audio: 48000Hz CBR 128 kb/s total (2 chnls)
Capturas: