Es un mundo desquiciado y del revés. Estás viendo una imagen y de fondo hay veinte chistes desarrollándose simultáneamente. Vale,
quizá no sean veinte, pero muchos. Y en medio de todo, un detective -Frank Drebin, con graduación diferente cada vez que lo presentan-
serio que parece ser más que competente y que interacciona con ese mundo como si fuese lo más normal. Vamos, una comedia que ya es
loca desde los títulos de crédito: el actor invitado muere en cuanto se le anuncia y Abraham Lincoln es aparentemente uno de los
protagonistas. Bienvenidos al mundo de Police Squad. Police Squad fue una creación de Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker que ya
habían triunfado con Aterriza como puedas. Se trataba de seguir el mismo tipo de humor: múltiples chistes visuales e incongruencias, con
personajes que actúan como si las locuras que se desarrollan a su alrededor fuesen totalmente razonables. Pero en este caso se trataba de
parodiar las series de televisión sobre policías, riéndose de todos sus cliches y recursos. Por ejemplo, todos los episodios terminan con la
típica imagen final congelada. Pero en Police Squad el efecto se logra haciendo que los actores simplemente se queden inmóviles con
gestos de felicidad; mientras tanto, de fondo, otras cosas siguen en marcha: alguien, por ejemplo, llena una taza de café que acaba
desbordándose o un chimpancé hace de las suyas. De la serie sólo se hicieron seis episodios. No la renovaron porque fue un fracaso de
audiencia. Dicen que fue debido a que la serie resultaba demasiado compleja y que exigía al espectador concentrarse en varios puntos de la
pantalla para captar todos los chistes. Además, muchas de las gracias se basan en tomar de la forma más literal posible lo que dice otro
personaje mientras se intenta hacer avanzar la trama. Puede ser desconcertante. Precisamente de eso se trata. La serie al final te golpea
con tal cantidad de chistes por tantos frentes diferentes que no puede fallar. Años después, los creadores reconvirtieron la serie en las
películas de la serie . Pero en ese proceso el personaje central perdió inteligencia -en la serie es un detective bastante competente- y el
entorno abandonó el look policiaco de mediados de los 70 que tanta gracia daba a la serie. Por suerte, los seis episodios están en
DVD.