Dirección: Jerry Zucker
Producción: Steven-Charles Jaffe, Howard W. Koch, Bruce Joel Rubin
Lisa Weinstein
Guión: Bruce Joel Rubin
Música: Maurice Jarre
Fotografía: Adam Greenberg
Reparto: Patrick Swayze, Demi Moore, Whoopi Goldberg, Tony Goldwyn, Stanley Lawrence, Christopher J. Keene, Susan Breslau, Martina Deignan, Vincent Schiavelli
País: USA
Año: 1990
Género: Romance
Duración: 128 minutos
Idioma: Español Latinoamericano
Sinópsis: Sam Wheat (Patrick Swayze) y Molly Jensen (Demi Moore) son una pareja feliz que vive en la ciudad de Nueva York. El único problema en su relación es la incomodidad aparente de Sam al decirle Te quiero (I love you en inglés) a su novia, ya que sólo le responde ante esto diciendo "ídem" ("igual" en latín). Esto molesta a Molly, quien siente que necesita escucharlo diciéndole Te amo como respuesta.
Una noche, mientras caminan hacia su nuevo departamento tras una salida al teatro, son atacados por un ladrón llamado Willy López (Rick Aviles). Éste saca una pistola y durante el forcejeo entre Sam y el atracador, la pistola se dispara. Tras el disparo, Sam comienza a perseguir al ladrón, que sale huyendo, aunque finalmente lo pierde de vista. Cuando regresa hacia Molly, se da cuenta de la verdad: el disparo le ha alcanzado en el corazón y ha muerto prácticamente en el acto. Como un espectador invisible, presencia a Molly meciendo su cadáver, intentando desesperada e inútilmente mantenerle con vida, y se da cuenta que se ha convertido en un fantasma, atrapado entre ambos mundos. Las luces descienden para llevárselo, pero logra escapar.Poco a poco, logra hacerse a la idea de que ya no está vivo, primero en el hospital donde han intentado reanimarle y posteriormente, durante su propio entierro.
Sam se da cuenta de que el robo había sido planeado cuando Willy entra en la casa y camina entre sus pertenencias. Sam sigue a Willy hacia su casa y descubre que su amigo y compañero de trabajo, Carl Bruner (Tony Goldwyn), había contratado a Willy para robarle a Sam y así obtener la contraseña del ordenador de su oficina; Carl estaba envuelto en un blanqueo de dinero en el banco en el cual trabajaban él y Sam. Sam había cambiado recientemente su contraseña, encerrando a Carl fuera de las cuentas falsificadas en las que Carl había ocultado el dinero. Sam se llena de resentimiento hacia su supuestamente mejor amigo, pero se da cuenta de que, como fantasma, no puede hacer mucho.
Sam teme que Molly esté en peligro pero él se encuentra indefenso, incapaz de comunicarse con ella en su estado actual. Sin embargo, encuentra a Oda Mae Brown (Whoopi Goldberg), una artista que se hace pasar por médium que irónicamente descubre (después de escuchar a Sam criticando su negocio fraudulento) que realmente tiene el poder de su familia de escuchar a los fantasmas, aunque no puede verlos. Viéndola como su única esperanza de comunicarlo con Molly, Sam comienza a acosar a Oda Mae hasta que ella finalmente se rinde y accede a ayudarlo.
Oda Mae, reticente, llama a Molly y le dice que se está comunicando con Sam, pero Molly es escéptica. Sólo logra convencerla cuando Oda Mae le cuenta cosas privadas que sólo sabía Sam, principalmente su uso de la palabra "ídem".
Mientras perseguía a Willy hasta su apartamento, Sam conoce a un fantasma inquieto (Vincent Schiavelli) rondando en subterráneo de Nueva York, quien le enseña a mover y tocar objetos focalizando sus emociones en el blanco. También descubre que Oda Mae estaba siendo solicitada por fantasmas provenientes de lugares tan lejanos de Nueva York como Nueva Jersey para que hablase con sus parientes vivos. Uno la posee brevemente, pero este hecho baja la energía de los fantasmas. Sam le promete a Oda Mae que ya no sería molestada si lo ayuda.
Mientras tanto, Molly va a la policía, ya que había vuelto su escepticismo acerca de las palabras de Oda Mae. El sargento le asegura que tenía razón al dudar, y que no había carpeta alguna con el expediente de Willy López, aunque sí había una gran carpeta con datos de Oda Mae Brown, quien es reconocida entre los policías locales como impostora.
Sam y Oda Mae deciden frustrar el plan de Carl. Carl había robado cuatro millones de dólares y los había depositado en una cuenta fraudulenta. Bajo las instrucciones de Sam, Oda Mae se hace pasar por 'Rita Miller' (el nombre de la cuenta) para retirar el dinero, y de mala gana le da el cheque a dos monjas que pedían caridad. Carl entra en pánico cuando se da cuenta de que la cuenta había sido cerrada, y es atormentado por Sam quien, invisible, se comporta como un poltergeist y tipea la palabra ASESINO en su computadora.
Carl localiza el dinero perdido y termina en la puerta de la casa de Molly, preguntando sobre Oda Mae. Molly cae y revela que Oda Mae era Rita Miller, y que sabía el secreto de que Carl había tratado de acceder a la computadora de Sam. Carl se da cuenta de que el fantasma de su antiguo compañero de trabajo está presente y le dice que regresaría a matar a Molly si no le devolvía el dinero. Sam corre a advertirle a Oda Mae, pero Willy llega poco antes. Oda Mae y sus hermanas escapan mientras Sam aterroriza a Willy, propiciándolo a huir hacia la calle en estado de pánico. Willy es golpeado por un camión, pero sólo se da cuenta de que está muerto cuando ve su propio cadáver. Mientras lo hace, la sombras alrededor de él crecen del suelo y toman la forma de demonios, quienes lo llevan hacia la oscuridad mientras él pide compasión.
Molly sigue sin estar segura acerca de Oda Mae, pero se convence luego de que ésta pasa un penique bajo la puerta y Sam usa sus poderes para ubicar el penique en la mano de Molly (Molly y Sam coleccionaban peniques para tener buena suerte). Sam luego usa el cuerpo de Oda Mae para compartir un momento de pasión con Molly, pero Carl, indignado, aparece y amenaza con matar a Molly si Oda Mae no consigue su dinero. Sam es eyectado a la fuerza del cuerpo de la médium y trata de detener a Carl, pero la posesión había menguado sus poderes.
Molly y Oda Mae escapan hacia un desván ubicado sobre el departamento, perseguidas por Carl. Éste trata desesperadamente de atrapar a las mujeres y finalmente atrapa a Oda Mae, empuñando un arma. Molly sale a defensa de la médium, pero Carl la supera y la toma como rehén. La energía de Sam regresa y obliga a Carl a arrojar el arma, permitiéndole a Molly huir sin sufrir daños. Peleando en vano para detener los ataques de Sam, Carl torpemente le arroja un gancho de una grúa. El gancho pasa a través del cuerpo transparente de Sam y golpea una ventana abierta, la cual cae y mata a Carl mientras trata de escapar. Carl expresa arrepentimiento mientras los demonios se llevan su espíritu.
Cuando Sam regresa hacia donde estaban Oda Mae y Molly, Molly puede verlo y escucharlo, ya que había asumido una forma parcialmente visible. Luego de despedirse de Oda Mae, comparte un último beso con Molly y le dice que la ama, a lo que ella responde con ídem. Sam luego se va acompañado por una luz brillante.
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