Paso por todos los lugares del mundo y lo detienen aca? Lugar por donde lo trucho pasa como agua y la droga nola ve nadie. Eso si, si entras con una moto, te paran y al horno. Ivan mi apoyo. Estuvo cuatro años recorriendo América en moto y al volver se la secuestraron Tras la aventura que lo llevó hasta Alaska, Iván Pisarenko no pudo pasar con su Honda Transalp 650 en la aduana de La Quiaca porque había vencido el permiso. Ahora duerme al lado de la moto junto a su perro, hasta que se la devuelvan.
Recorrer el vasto continente americano de punta a punta en su moto era su sueño. Recorrerlo en nueve meses, su deseo. Sin embargo, cuando emprendía su último tramo tras cuatro años y medio de viaje, el argentino Iván Pisarenko quiso cruzar la frontera del país y le secuestraron la moto. Ahora, en la aduana de La Quiaca, duerme junto a
su compañera de dos ruedas y con un
fiel amigo que se hizo en el camino, un perro que no lo abandona ni a sol ni a sombra, tampoco durante su entrevista telefónica con
Clarín.com.
"Averigüe con la idea de irme nueve meses, ya llevo andando en moto cuatro años y medio y la verdad que no me arrepiento pero me pasó de todo: desde que en Ecuador
un auto me pasó por encima, me fracturó la pelvis y estuve seis meses sin caminar, pasando porque me quedé sin dinero y trabajé en todos los países. Y el otro día entrando acá, fui muy honesto y me aplicaron todas las de la ley. Me secuestraron la moto y como sé lo que pasa en estos casos me quedé al lado de la moto. Hay resoluciones a mi favor, me tienen que hacer un sumario pero no tienen porqué secuestrar la moto", explica Pisarenko.
Su aventura arrancó en territorio norteamericano, el 20 de mayo de 2005 en Seattle porque, como él mismo explica en su
web América en dos ruedas, "para ingresar a la zona del Océano Artico hay que hacerlo en junio y julio ya que en estos meses es temporada de verano y pese a eso hay temperaturas muy bajas"; y su objetivo era llegar hasta Alaska, algo que consiguió el 24 de junio de ese año. Antes de cruzar a México, su última parada en el país del Norte fue Los Angeles. De la mexicana ciudad Los Barriles se fue a Cuba desde donde tuvo que partir a Cartagena de las Indias
en una travesía por el Mar Caribe en un velero cuyo dueño nunca había salido del puerto.
Estuvo en todo el continente ("excepto las tres Guyanas y Brasil", cuenta) pero
lo único con lo que soñaba "era con sacarme una foto con el Bienvenido a Argentina de fondo y ahora tengo una foto pero con la camioneta de la AFIP atrás". Su relato es mezcla de tristeza con bronca: "Me duele entrar así a mi país", dice, aunque las palabras están de más. Y aunque no elude su responsabilidad por "sacar la moto más del tiempo legal permitido", era algo que se veía venir y que estuvo tratando de evitar antes de pisar suelo argentino. Se contactó con muchas personas antes de llegar a la aduana y aunque muchos le aseguraban que era algo "de buena fe" que lo dejaran o no ingresar con su moto llena de calcomanías argentinas, ahora pena acostado junto a ella y espera que todo se solucione para poder seguir viaje rumbo al fin del mundo, Tierra del Fuego.