Independiente vuelve a ser Rey de Copas - Luego de mucho tiempo sin títulos internacionales, y dentro de la reforma futbolística encababezada por el Turco Mohamed, Independiente se consagró campeón de la Copa Sudamericana, ante el Goiás de Brasil.
- Además, este campeonato sirvió para dejar sin chances de clasificación a las copas a su clásico rival, Racing Club.
Independiente ganó la Copa Sudamericana al vencer
5 a 3 al Goiás en la definición de tiros penales y volvió a obtener un título internacional después de 15 años de ansiosa espera.
El partido se jugó en el estadio Libertadores de América, en Avellaneda, y al término del tiempo reglamentario Independiente se impuso por 3 a 1.
Como en el encuentro de ida, jugado en el estadio Serra Dourada de Goiania, el equipo brasileño había ganado 2 a 0, hubo que jugar 30 minutos de alargue y después ejecutar tiros penales.
En la tanda de penales
Maximiliano Velázquez, Parra, Gracián, Matheu y Tuzzio marcaron para Independiente, en tanto Rafael Toloi, Everton Santos y Rafael Moura anotaron para Goiás y marró Felipe.
En el tiempo reglamentario los goles los marcaron
Julián Velázquez, a los 19 minutos; el brasileño
Rafael Moura, a los 22, y
Facundo Parra, a los 27 y 34, todos en la primera etapa.
En el camino al título Independiente eliminó en las fases anteriores a Argentinos Juniors (1-0 y 1-1), Defensor Sporting (0-1 y 4-2), Deportes Tolima (2-2 y 0-0) y a la Liga Deportiva Universitaria (2-3 y 2-1).
En la primera etapa del tiempo regular Independiente fue claramente superior, aprovechando la flaqueza de la línea defensiva brasileña, en especial la de su arquero Harlei.
Sin su principal carta de gol, Andrés Silvera, expulsado enel partido de ida, el equipo que orienta tácticamente Antonio Mohamed convirtió tres goles y pudo marcar alguno más.
Todas las jugadas respondieron al mismo patrón: con la simpleza de ubicar la pelota dentro del área rival y especular con las vacilaciones de los brasileños, Independiente generó numerosas jugadas de gol.
Velázquez abrió el marcador al tomar un rebote del arquero y Parra anotó primero con una pelota que le rebotó y después desde el piso tras no poder conectar de cabeza.
Todo en 15 minutos y con un conjunto brasileño desdibujado, que no en vano descendió a la segunda división en su liga, que cuenta en sus filas con sólo dos jugadores acordes con una definición de este tipo: Marcelo Costa y Rafael Moura.
Y en una jugada aislada, el número 9 de camiseta verde logró el transitorio empate con un cabezazo por sobre Hilario Navarro.
Tuvo entonces el equipo rojo la chance de definir el partido en esa primera etapa, no lo hizo y pagó tributo en el segundo tiempo, no en el marcador pero sí en el desarrollo.
Los segundos 45 minutos fueron
otro partido. Quizás por falta de respuestas físicas, Independiente fue perdiendo protagonismo, el Goiás se animó de a poco y pasó a tener las mejores chances.
Rafael Moura entró más en contacto con el balón y dispuso de dos chances clarísimas como para que su equipo se llevara el trofeo a Goiania, una bella ciudad ubicada a 250 kilómetros de Brasilia.
En la primera su envío rebotó en las piernas de Hilario Navarro y en la segunda remató desviado dentro del área chica, sin marcas y cuando se jugaba el último minuto del tiempo regular.
Los 30 minutos de alargue se jugaron con cautela, pero siempre el Goiás fue más peligroso y en el segundo tiempo de 15 minutos tuvo una gran oportunidad, pero el cabezazo de Rafael Toloi fue devuelto por el palo derecho.
A seis minutos del final un derechazo de Rafael Moura terminó en gol, pero la jugada estaba anulada por posición adelantada. Jugadas ambas que reflejaron el mejor funcionamiento del visitante antes de la tanda de penales.
Y en esta instancia en la que se aúnan la puntería y la concentración, Independiente fue más preciso y se llevó la copa Sudamericana, aún sin demostrar clara superioridad en el balance de los dos partidos y el alargue.