Era Silvia, ahora es Alejandro
El participante incógnita de Gran Hermano se develó con el ingreso de un caso de disforia de género, encarnado por Alejandro Iglesias.
Su llegada a la casa fue como la de un integrante más: entraba un chico de 26 años, de Avellaneda, enamoradizo, tímido y aferrado a la seguridad que le produjo entrenarse en un gimnasio. “Me gustaría soltarme”, anunció en ese momento.
Pero más tarde, el conductor Jorge Rial ahondó en su caso y mandó un tape con la verdadera historia.
"Entro a Gran Hermano más que nada por motivos económicos. Estoy esperando una operación de reasignación de sexo, una prótesis por mi trastorno de disforia de género", sorprendió Alejandro.
El chico explicó que se trata de “personas transexuales que nacen con un cuerpo que no coincide con su psicología. Yo nací mujer, como Silvia, pero psicológicamente siempre me sentí un hombre”.
Alejandro dijo que contará su historia dentro de la casa de Gran Hermano cuando alguien se lo pregunte y cuando se de.